Con la llegada de la Casa de Borbón desaparecieron en parte las trabas que impedían el desarrollo de las localidades, liberalizando algunas actividades económicas, la implantación de nuevos molinos de aceite fue una buena prueba de ello.
La desaparición de unas clases sociales representadas por los Añón y los Santapau y la aparición de otras nuevas con nuevas ideas dinamizó la actividad económica, introdujo nuevos cultivos, Las fincas pasaron de unas manos a otras, aunque fueran de personas terratenientes, de Calanda, de Alcañiz.
La población aumentó y el pueblo se extendió al otro lado del río, se vivía de la agricultura y de la ganadería, se participaba en el juego político de los gobernantes turnistas.